miércoles, 14 de octubre de 2009

GUSTAVO GARCÍA SARAVÍ

Por Laura Beatriz Chiesa


Nació en la ciudad de La Plata en el año 1920. Formó parte de un grupo de poetas platenses que, además de tener su profesión de abogados, se sumergieron en una vocación subjetiva como es la poesía. Tuvo contacto con los poetas de la llamada «primavera trágica» como Ripa Alberdi, Delheye, López Merino, Alberto Mendió-roz  entre otros. Perteneció a la llamada Generación del 40 junto a Roberto Themis Speroni, Alberto y Horacio Ponce de León. Algunos ven la influencia de la generación del 27 -F.García Lorca- y de la generación del 98 -Antonio Machado-. Otros poetas, que vinieron luego de la Guerra Civil a Bs.aires, fueron sus amigos.

 Si bien recibía esas influencias, recién publica su primer libro al final de 1955. En ese primer libro García Saraví incluye tres poemas para la Libertad que así se denominan:  el «Romance a los 400 estudiantes», «Meditación junto a la estatua de Joaquín V. González» y el «Soneto a la Libertad». Material que tuve en mis manos, gracias a la colaboración del Escritor César Corte Carrillo, recientemente desaparecido. Se puede decir que es la primera vez que G. Saraví  ha escrito, abiertamente, poesía de corte político, sin pensar en el alcance que podía tener. Esos poemas se convirtieron en populares y anónimos. Ángel Asturias le dijo: ...No sabe la emoción que me causó encontrar sobre mi mesa, como una bandera, como un grito, sus tres poemas para la Libertad. La trayectoria poética comienza cuando gana, junto a su amigo Ponce de León, el Primer Premio de Literatura de la Pcia. de Buenos. Aires cuyo jurado estuvo integrado por Leónidas de Vedia, Jorge Luis Borges y César Rosales. Escribió soneto y verso blanco, donde renuncia a la rima pero no prescinde del acento. Actitud parecida a la de Leopoldo Lugones, quien decía que...«un poeta sin rima, era un mendigo lastimoso».                                                    


                Las temáticas que aborda son variadas a lo largo de su trayectoria. En la última etapa lo vemos abordando la angustia de su pronta vejez. En el libro DEL AMOR Y LOS OTROS DESCONSUELOS muestra el permanente recuerdo de la naturaleza finita del hombre y dice: «...La caracola es una póstuma flor sobre la arena/ el barco de la botella es una imagen de muerte/ las iniciales están grabadas en un árbol con esta muerte de vanas consonantes/ la roseta del cielo raso es cadáver del color y la inocencia».

                De este libro transcribo este poema AMOR Y ACTO, donde muestra su rica imaginación y donde sublimiza un encuentro íntimo diciendo:



                     En este tiempo –menos que un segundo,                                                               
                que una luz, que una frase, que un suspiro-
                ya no me miras más, ya no te miro:                                                            
                simplemente te ahondo y te circundo.
                El aire entonces, tu silencio, el mundo,
                esa fatalidad a la que aspiro,
                se hacen tu propio olor y te respiro
                igual que a un bosque cálido y profundo.
                Y nazco en tí y en tí también fallezco,
                y te mueres en mí y en mí renaces,
                vida de la agonía que te ofrezco,
                Oh! carcelera del temblor, rosado
                laurel que me conformas y deshaces,
                victoria de mi triunfo derrotado.

                Su obra «Salón para familias», de su LIBRO DE QUEJAS, recibió el Premio «Leopoldo Lugones» en el año 1978. García Saraví  trata el tema de lavejez sintiéndose dos personas, por dentro se ve joven e invencible, pero el espejo le devuelve la realidad de haber envejecido. El mimos tema lo trata en su obraENSAYO GENERAL, el libro más melancólico y triste que ha escrito y que fuera editado por la editorial Plus Ultra en 1980. Plasmó en sus poemas todos los temas imaginables e inimaginables. Examina las relaciones entre padres e hijos, abuelos y nietos. Las incomprensiones y los distanciamientos, son  temas que lo preocupan  y se manifiestan en su poesía. No es un poeta de crítica social, sí critica la injusticia, el sometimiento del indio y el trato de subordinados al que la sociedad los lleva. Fue invitado por D. José M. Velazco Ibarra, Presidente de Ecuador a visitar dicho país y, de ese viaje, surge su libro CUADERNOS DEL ECUADOR, escrito íntegramente en haikus, según sus palabras «...usando este modo como fotografía, para retener un pensamiento sin pretensiones de perdurar, como un soneto…».  Su libro  SEGUNDAS INTENCIONES (1976) contiene 18 cartas de amor y algunos sonetos.
        
         En el año 1981 se editó ESCALERA DE INCENDIO. Esta obra fue galardonada con el «Premio José Luis Núñez» , de Sevilla. Dedicado a sus amigos Alberto Ponce de León y a Roberto Themis Speroni «...mis amigos de toda la vida y ya, casi, de toda la muerte…». La última obra que publicó se titula  JAQUE PERPETUO. En ella habla de las piezas del juego, la relación de los sexos, la sociedad, el dinero, la luchas de los hombres. Ej.:  «El Rey es un viejo obsesionado por el poder y desconfiado. La Reina una mujer poderosa que juega al amor con su enemigo. Los alfiles representan el poder de la Iglesia y, las Torres, los protectores del reino. El tablero de ajedrez pasa a ser una lección,“la artimaña de triunfar sobre la muerte y los pequeños hombres». El resto de su extensa obra incluye: recuerdos de cada viaje que realizara, encontrando poemas a España, Portugal, Francia, Hungría, Austria, Grecia, Inglaterra, USA, Marruecos y La Plata, su ciudad natal.  En CANTO A MI MISMO le escribe a cada parte de su cuerpo, no soslayando el tema de la sexualidad. Los personajes históricos y de la literatura universal, también fueron motivo de expresión poética: Circe, Caronte, Adonis, Afrodita, Beatriz, Balzac, George Sand, Miguel Ángel y muchos otros.
               
                He debido sintetizar  sobremanera el riquísimo  mundo poético de García Saraví. Sara Parkinson de Saz realizó un estudio de sus obras. Aclara al autor: «...sólo faltan poemas que entregué a los perdones y la sabiduría del olvido» (este estudio fue editado en Madrid). La escritora platense Ana Emilia Lahitte realizó un trabajo sobre «20 poetas platenses contemporáneos» que lo incluye, como así también numerosas antologías. Voy  a finalizar con el bello soneto titulado:  LA LUZ MALA 

                     ¿Qué es esta luz con ánimas y duelo     
                ¿Qué es este fuego evanescente y vano
                que aparece de pronto y me ilumina, 
                que casi quiere asirme de la mano
                esta torcaza fantasmal que afina
                para llevarme a algún confín contiguo?
                las diferencias entre suelo y cielo?
                Tengo miedo, lo digo y por las dudas.
                ¿Qué es esta irradiación, este desvelo,
                dejo en la noche dos palabras rudas, 
                esta fugacidad que me calcina,
                me bajo del caballo y me santiguo.
                      esta nube de plumas que adivina
                       los desconsuelos de mi desconsuelo?
  Revista La Guillotina Nº 12 Verano 2007/08

sábado, 3 de octubre de 2009


NOTICIAS DE POESÍA

Y OTRAS

CUESTIONES

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Salvador DALÍ


Salvador Felipe Jacinto Dalí nació el 11 de mayo de 1904 en la calle Motorili de Figueras, pequeña ciudad de la provincia catalana de Gerona, norte de España. Era hijo de Felipa Doménech, mujer muy devota, y de Salvador Dalí, notario en Figueras. Fue un niño malcriado y sobre-protegido, que exhibía su extravagancia con sus fobias y manías; apocado y retraído disimulaba su timidez con insolencia y atrevimientos y organizando bullicios académicos.
La persona que ejerció una presencia importante en la vida de Salvador Dalí fue su hermana Ana María, cuatro años menor que él, y que fue su primer modelo. Y la única modelo femenina hasta la aparición de Gala. Al cumplir los 18 años, su padre, persuadido por su talento y ante su determinación por la pintura, le envió a la Residencia de Estudiantes de Madrid. Durante su permanencia allí nace una gran amistad con el poeta Federico García Lorca y con el cineasta Luis Buñuel, con los cuales lleva a cabo numerosos proyectos artísticos. Dicha complicidad intelectual, que con el poeta sobrepasaba los límites de la amistad, provocaron en el pintor obsesiones, las que alude en cuadros como El enigma sin fin, La metamorfosis de Narciso, Cenicitas y La miel es más dulce que la sangre. En 1926, Dalí hizo un primer viaje a Bruselas y a París. Visitó a Picasso, el cual se quedó muy impresionado por las obras que le mostró. Dalí fue definitivamente excluido ‘voluntariamente’ de la Escuela de Bellas Artes una semana antes de los exámenes para la obtención del diploma para obligar a su padre a satisfacer sus necesidades de artista, con la intención de seguir sus estudios en París. Dalí cumplió el servicio militar en febrero de 1927. Desde esta época algunas obras, lo presentan como uno de los pintores más famoso del Surrealismo, con obras como El gran masturbador, El espectro del sex-appeal, El fuego lúgubre y Persistencia de la memoria.
En su segundo viaje a París, en 1929, conoció a la joven rusa Helena Diakonova, Gala, que era la mujer de su amigo Paul Eluard, poeta surrealista. Dalí invitó a la pareja Eluard a Cadaqués a su refugio de su Portlligat. Durante esta corta estancia, Gala y Dalí se enamoraron y ella tomó una firme decisión: «no nos separaremos más», llegó a decirle. Desde entonces, Gala no se separará más de Dalí. Gala será la modelo, la musa y la compañera inseparable de uno de los más celebres artistas del siglo XX, y lo seguirá en todos sus vagabundeos por Europa y los Estados Unidos.
En 1931, Pierre Colle, organiza para Dalí su segunda exposición parisina que incluía el cuadro más célebre de Dalí, La persistencia de la memoria. Dalí publica «El asno podrido» en diciembre. Allí expone las bases de su método paranoico-crítico. Gala se pudo divorciar en 1932 de su anterior marido y así casarse con Dalí en París, a fines de enero de 1934. Aquel año fue para el pintor fue un año de frenética actividad. Presentó, por lo menos, seis exposiciones en París, Nueva York, Londres y Barcelona. En julio de 1936, estalló la Guerra Civil en España. Lorca fue asesinado por los fascistas en Granada el 19 de agosto de 1936 y Dalí, se aleja de la guerra y se instala en Italia e intensifica sus nociones sobre el Renacimiento y el Barroco.
Visita a Freud en Londres en 1938, la que fue motivo de una serie de retratos de Freud, y en los cuales Dalí compara el cráneo de su modelo con un caracol. Dalí vuelve a Nueva York para exponer en la Julien Levy Gallery en 1939. En noviembre, tuvo lugar el primer ballet paranoico en el Metropolitan Opera House, con música de Richard Wagner y las decoraciones por Dalí. En 1942, las relaciones de Dalí con el mundo de la fotografía serán muy fructuosas. El artista se integra perfectamente en la sociedad neoyorquina y realiza para la Knoedler Gallery retratos de personalidades americanas. Y se nota igualmente su intensa actividad en el dominio del teatro. La explosión de la bomba atómica en Hiroshima marca el principio del período ‘nuclear’ ‘o atómico’ de Dalí, en 1945. Después, Dalí y Walt Disney empiezan a trabajar en el proyecto de una película de animación que nunca será llevada a cabo. Durante el año 1958 y siguientes, Dalí estudia completamente a los pintores clásicos, particularmente la obra de Velásquez, así como temas religiosos e históricos occidentales. También entra en el arte ‘óptico’, buscando sin cesar efectos e ilusiones ópticas.El 8 de agosto de 1958 Dalí y Gala se casan en la Capilla de los Ángeles en España. En Mayo de 1959, visita al Papa Juan XXII en el Vaticano. En diciembre, presenta en el Palais de Glace «l’ Ovocipède, un medio de transporte revolucionario consistente en una esfera plástica vacía que podía contener a un pasajero. Le ofrecen a Dalí la ocasión de escribir su tratado Mi revolución actual, en el cual presenta la oposición a la cultura burguesa; en el año siguiente, publicará La Metamorfosis erótica, que es la cumbre del método paranoico crítico. Después reanuda su trabajo con la publicidad realizando anuncios publicitarios para Perrier sobre el tema de la sed, y para chocolates Lanvin. Por fin, crea un frasco de un kilo de puro cristal recortado y pulido a mano. Se presentó al público el 26 de octubre de 1983, en el Museo Jacquemart-André de París. Después se interesa por la olografía.
Durante la última parte de su vida, Dalí recibió muchos honores, sobre todo en 1972, cuando fue elegido miembro extranjero asociado de la Academia de Bellas Artes del Instituto de Francia. Pero desde el punto de vista personal, fueron años tristes para el pintor. Padecía varios trastornos y además se sentía aterrorizado por la muerte. Sentimentalmente también se encontraba bastante mal, ya que su relación con Gala se deterioraba sin cesar. El 10 de junio de 1982, Gala falleció en Pubol, hecho que dejó a Dalí muy conmovido. El 10 de julio, Dalí se marcha hacia el Castillo de Pubol, en donde decidió retirarse. Abandonó su labor de pintor definitivamente a principios de 1983, con su última obra «La queue d’ Aronde». En el transcurso de los años siguientes, será víctima de varias crisis cardíacas que agravan su salud. Salvador Dalí falleció el 23 de enero de 1989 en la Torre Galatea en Figueras. Según su voluntad, fue enterrado cerca del Teatro-Museo Dalí.
ANÉCDOTAS

Se le dio el mismo nombre que a otro hijo del matrimonio nacido diez años antes y que murió en 1901 con 7 años de meningitis. Este hecho le traumatizó en su biografía y en sus conversaciones habla siempre del otro-yo. Esto le crea una gran inestabilidad emocional al tener que llevar desde pequeño flores a una tumba con su mismo nombre. A los seis años había dado muestras de su talento excepcional al pintar un paisaje del tamaño de una tarjeta postal. Se le permitió usar como estudio un viejo lavadero, donde, en días calurosos, se despojaba de sus ropas y se metía en un enorme piletón lleno de agua, en el que permanecía horas pintando. Así este lugar se transformó en el refugio donde podía satisfacer su profundo anhelo de soledad, «Jugando a ser genio se llega a serlo», decía.

Las citas más famosas:
De distintas maneras se lo ha tildado a este genio: desde loco a egocéntrico, de desequilibrado a libidinoso. Hasta André Breton anagramó su nombre «Avida Dollars», por su avidez de dinero. De ahí que Dalí repitiera una y otra vez: «La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco». «Los tubos de pinturas limpias y brillantes contienen un montón de experiencias para mí... los acaricio con mis manos temblorosas de emoción, como deben hacerlo los enamorados... Me veo ya gozar la pintura... Empezar el trabajo sagrado de el que crea». Es lo que escribe Salvador Dalí, a la edad de 15 anos, en su diario íntimo.

«Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello».



A GALA

Fuentes de vida
de noches sin mañanas
yo puedo llegar al surtidor
donde he visto súbitamente
la imagen tan amada
que llevaba grabada
en el fondo de mis entrañas.

Yo sé dónde está
el pan de vida
tan blanco es que cerrando los ojos
lo continuo a ver por transparencia
pan de vida
yo sé dónde está el horno
en las llamas del cual
he visto prefigurada
la imagen tan amada
de Gala tan amada
horno que las totémicas guirnaldas
le sirven de adorno

yo sé donde está en el fondo de la tierra
el bloque de mármol donde está contenida
la imagen de Gala tan amada


cuatro elementos obsesionan mi Gala
aire, agua, fuego y tierra
que corresponden a mi Gala
que conocí antes de nacer


¡aire, aire! Es el que respiro
de noche y de día
veo sin cesar la imagen de mi Gala tan amada
el recuerdo de mi Gala tan amada
donde respiro sin cesar
de noche y de día
¡el aire, el aire!
de mi Gala tan amada

en el fondo sin mañanas
el agua se vierte sin fin
en el surtidor (del jardín)
donde he visto detalladamente
el rostro de mi gala
tan poco amada.

PUBLICADO EN EL Nº 15 VERANO 2008


Francisco Umbral o el lirismo de rosa y látigo


POR FLAVIO CRESCENZI

«Entre botellas ciegas, queso triste,/ entre niñas desnudas y solares,/ entre despojos vagos/ del estío/ me cambio de camisa, dulcemente,/ y desciendo a vaginas, a tejados/ donde florece el musgo de la luna/ o se entrelaza el nudo de los cielos/ con un fragor de leguas y de púas,/ como el desnudo lento de lo rojo/ o el estandarte ciego/ de la muerte.»
F. Umbral

I
Amparado en el ilustre anonimato de los célebres, Francisco Umbral, pícaro y noble, surcó la España resentida del franquismo dejando esquirlas de lirismo en los feriados. Héroe ingente de la novela de su vida, mártir de los convencionalismos de la burguesía iletrada de su época, pero también de la aleve indiferencia del mundillo literario, este escritor irreverente supo hacerle “pito catalán” a la realidad de turno. Dueño de un superego forjado en hierro ardiente, pero inseguro como lo estaría un condenado a muerte en el patíbulo, hizo que su visión anárquica del mundo lo aproximara a la idea que tenemos de poeta maldito.
Su primera formación literaria fue poética. Leyó a Lorca en la Biblioteca Municipal de Valladolid; la lectura de “Platero y Yo” de Juan Ramón Jiménez, en su día, le impresionó vivamente. Más tarde descubrió a Neruda, Baudelaire y Lautremont. Los dos Ramones, Valle-Inclán y Gómez de la Serna serán, finalmente, los que a fuerza de esperpento y greguería, le darán los cimientos estilísticos más reconocibles, la fuerza de su prosa. Por otro lado, hay en Umbral un vanguardista impenitente y es este aspecto de sí mismo el que le permitirá incorporar cada uno de los hallazgos técnicos que el siglo XX (al menos en sus primeras tres cuartas partes) ofrecía. Al igual que sus pares de la “Generación del 27”, no dudó en incluir en su canon personal a glorias del Barroco y Romanticismo ibérico, su biografía de Larra es un claro ejemplo de ello, cuando no una declaración de principios.
Articulista, crítico literario, biógrafo, ensayista, escritor de cuentos y novelas, fue uno de los pocos hombres —quizás el único— que vivió en su país exclusivamente de su pluma.
Como novelista, eligió el camino autobiográfico que es el más indicado para que un “Yo Lírico” oficie de organizador y testaferro.

“Hago novela para conocer mi vida, para saber que he vivido. El ensayo es autobiografía intelectual, y la novela autobiográfica, vital ”.

Como hasta ahora hemos insinuado, hay en la prosa de Umbral una urdimbre lírica; porque poeta se es, cuando se es, aunque no haya verso en el escrito. En su novelística hallaremos un sin fin de resonancias poéticas, de asociaciones inverosímiles a menudo surrealistas, de metáforas y metonimias que buscan desenmascarar lo real para exhibirlo en su desnudez cruda y ontológica. Como supo declarar en su momento, la novela para Umbral es la primera de las artes plásticas. Así, por ejemplo, inicia una de ellas, cuyo título: “Las Giganteas”, alude tanto al tropismo de las plantas en cuestión, como a aquel otro generado por su pluma.

“El río era grande, pardo, ancho, de un oro sucio, de un verde duro, de un negro rojo, el río era lento, raudo, solemne, salvaje, lleno de tribus y palacios, lleno de dioses y pirañas, lleno de muertos y de buques, el río venía nunca supe de dónde e iba hacia la muerte, la velocidad, la presa, el vacío, la nada, como el finisterre de las cosas o el corte a pico de los mares, sonando a coro de ángeles machos bajo los puentes, sonando a primavera menstrual, errática y desnuda, en primavera”.

La descripción fluida, rítmica, apoyada en el recurso conocido como enumeración caótica, le da a esta novela que comienza la aureola musical que necesita. Al igual que en su maestro Baudelaire, las asociaciones poéticas se dan de manera sinestésica, dibujan un concepto con el pincel de la imagen verbal que no se corresponde sino líricamente, traslaticiamente.

II

La posición política de Umbral fue menos libertaria que libertina, como suele ocurrir con los atribulados espíritus que sólo ven en la belleza un credo válido.
Aun así, el formalismo de este madrileño no fue ornamental sino radical, visceral, urgente en su violencia. Hijo de republicanos, tuvo que sortear las inclemencias del franquismo cuando niño y adolescente refugiándose en su madre, Ana Pérez, quien lo cobijó dentro de sus posibilidades.
Por razones biográficas su voz se pronunció como enemiga de la reacción, del conservadurismo, sin que esto lo hiciera abrazar alguna militancia dentro del amplio abanico de las izquierdas. Podríamos aventurar que su accionar fue propio de un anarcoindividualista, accionar que suele ser insoslayable en casi todo artista genuino. Mordaz crítico de la realidad de su época, elevó juicios de irreprochable lucidez apuntando siempre al campo intelectual y los “ mass-media ”. He aquí algunos ejemplos:

Quevedo inicia en la literatura y en la vida española el estilo desafiante, la insolencia.
En este país de grandes insolentes, pobre del escritor que renuncie a su insolencia”.
“En nuestra sociedad, el libro sigue siendo un último recurso, para cuando han fallado el fútbol, el cine, la televisión, los toros...”

Descendiente directo de los grandes cínicos, monstruo de una sinceridad de fuego, hombre de sentido crítico, revisionista, Umbral se defendió del paupérrimo universo circundante con un dandismo personal y tal vez contradictorio. Un soberano, en el sentido que Georges Bataille le da al término. Un único, un propietario en términos de Steiner.

III
Francisco Pérez Martínez, más conocido como Francisco Umbral, nació el 11 de Mayo de 1935. En el año 2000, triunfante y temido, halagado y vituperado, odiado y agasajado, obtuvo el premio Cervantes de Literatura. El 28 de Agosto de 2007 murió de un fallo cardiorrespiratorio en el hospital de Monte Príncipe. Murió porque el corazón dejó de estimularlo, dejó de bombear sangre, justo a él que, aunque escéptico, le había cantado tanto, le había llorado todo. Así nos lo recuerdan sus palabras en un lirismo de rosa y látigo, ese lirismo que nos deja:

El corazón. Por fin, una piedra en el corazón. No es que el corazón se vuelva de piedra con el tiempo. (Quizás el tiempo le hace más corazón). Es que uno va sintiendo el corazón como un lago púrpura breve en el que, de pronto, cae una piedra de silencio y peso. Es el momento de comenzar a escribir un libro que puede quedar inacabado(acabarlo sería ya haber manufacturado otro producto mercantil, haber proseguido, hasta la muerte, en la manufacturería y cartonaje literario) Vagas bandas de niños, quizás mi propia banda, o aquellas entre las que yo anduve, hace siglos, arrojan piedras sin velocidad a mi corazón, lago de luna roja.
¿Cae una piedra cada día, cae una piedra cada año? no, tampoco es eso. La piedra cae de vez en cuando, de tarde en tarde y yo me digo: esos cabrones ya han arrojado otra piedra, me van a lapidar. Pero mientras tanto, escribo con las dos manos, bebo con la derecha, o con la izquierda, me abro mucho las camisas, en verano, para que se me vea el corazón dorado y cano, el viejo corazón barroco de hondo hierro. Mientras tanto; sí, voy y vengo, me inclino a besar manos cuajadas de asteroides, como si el peso del corazón no desviase un poco mi conducta, o me quedo erguido e impasible, en sociedad, como si un lago de sangre no me estuviese llegando ya a la boca.
Hasta que se me ahogue el lago del corazón y ellos, los chicos, los hijos de puta, huyan gritando a mi infancia.
PUBLICADO EN EL Nº 15 VERANO 2008