¡Libertad!
Cabalgan los espíritus de los
caballos en el cielo.
Trotan en armonía buscando libertad.
Relincha la yegua amarronada,
ha perdido la silleta, la monta
ya no es igual.
Sola corre con sus crines blancas
en busca de la verdad.
De qué verdad especial me está
usted hablando.
Los cielos no tienen límite,
no tienen ataduras,
sólo una húmeda nube
para que te puedas apoyar.
Trota, trota caballito, no dejes de trotar.
Sincroniza tus patas delanteras,
armónicas con las de atrás.
Verás que al abrazar la atmósfera libre,
luces de plata en la oscuridad,
relincha y goza de libertad.
Nº 17 SEPTIEMBRE 2013
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