viernes, 26 de marzo de 2010

HÉCTOR YÁNOVER



Por Irene Zava

Nació en Alta Gracia Córdoba el 3 de Diciembre de 1929. Murió en el año 2003. Sus restos fueron velados en la Biblioteca Nacional.
Perdió a su madre a los 7 años y fue criado por sus abuelos. Esto como el decía le significó «una infancia de calle».
Apenas terminado el servicio militar se vino a Buenos Aires. La suerte quiso que alguien le propusiese un turno nocturno en una librería de la calle Corrientes. Nunca salió de ese clima marcado por el olor a papel. Pasó por muchos de estos locales. Hasta que años después compraría y se instalaría en la calle Las Heras, frente a la facultad de Ingeniería; en su famosa Librería Norte. Aprendió a conocer a la gente y como captar sus distintos intereses. Fue poeta y escritor. Las personas lo consultaban cuando querían obtener un dato bibliográfico ó conseguir un libro agotado. Bastaba llamarlo para que él les resolviese el problema.
Su primér libro de poemas fue: Hacia Principios del Hombre y publicado en 1951. Le siguieron Elegia y Gloria en 1958, que obtuvo la faja de honor de SADE, Arras para otra Boda, Las Iniciales del Amor y otros. Publicó una novela autobiográfica Las Estaciones de Antonio y quizás el más conocido Memorias de un Librero, donde narra anécdotas insólitas.
Hábil y experto poeta. Lleno de ironía y con gran sentido del humor. Su pluma jugó con la luz y la sombra. El color y la música. Amó la vida y al mismo tiempo se sientió perseguido por la presencia constante de la muerte. Conoció las profundidades del hombre Conservó admirablemente la lírica de su Córdoba natal y adoptó la crudeza e ironía de la ciudad de Buenos Aires.Laborioso y comprometido en todo lo que hizo. A continuación pongo como ejemplo algunos versos extraídos del libro Arras para otra Boda:

- «Yo sé que la belleza del hombre
ha de triunfar sobre el hombre.»-

Y en otro:
- «Agónico soy, amo la vida.
Profundamente en hueso me conservo
Fiel a todo lo humano a qué respondo.
¿Que es este idilio entonces?»-


Tuvo trato con Julio Cortazar y Alejandra Pizarnik. Extrañísimos lectores, editores y dueños de imprenta fueron sus amigos. Fue director de la Biblioteca Municipal de Buenos Aires. De Agosto de 1989 a Noviembre de 1990. Y director de la Biblioteca Nacional, de 1994 a 1997.
En 1967, junto a Araóz Badi y Samuel Grabois, crea el sello discográfico AMB destinado a la producción de discos en los que los poetas recitarían sus propios versos. Grabó las voces de veinticinco escritores, entre ellos a Borges. Yánover creó una audición de televisión por cable que se llamó: «Los Libros en Casa». En su Librería se reunía los sabados con grandes escritores de la época. Solía tomar café Aldo Pellegrini.
Personalmente tuve el privilegio de conocerlo desde temprana edad. Suelo ser una asidua concurrente a librerías. Un día, hace ya muchos años entré en la suya, la Librería Norte. Debo haber despertado su curiosidad puesto que, se me acercó y desde ese momento fue mi consejero en las lecturas.

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