viernes, 2 de enero de 2015

OLGA MABEL KRIL

LUZ  
Inmovilidad.
Todo surge y es abandono.
Un dedo de furia
nos vigila y nos enciende.
Gira la intemperie.
Todo arranca incertidumbre:
el agua quiere alcanzar su sombra,
su funeral de río;
la hierba ya no busca ser árbol
sino desorden vegetal,
y el hombre
es un enigma que amanece y quema,
un desgarramiento de luz
y recuerdo.
TIERRA
Ay, tierra.
Qué aire sangriento podrá recuperarte
que no sea sino el amor?
Dueles
y te desnudan los pájaros
con sus cantos.
Dueles de raíz a vida,
de soledad a árbol herido.
Y no es el hombre tu sueño
sino tu gran fuego,
tu fantasma entre la niebla.
Ay, redondez de ríos que te sanan
de tanto sol ardiendo
y te ahogan con sus sombras frías.
No debes creer,
pero debes amarnos:
somos la hoja más débil de un bosque,
somos la memoria de todo el follaje
y estamos solos.
Lumbre para los ojos ciegos
y perdón
por rechazar la belleza.


(poemas inéditos)


Nació en Florida (Buenos Aires) en 1955.  Participó en Encuentros de Poetas en Villa
Dolores (Córdoba), Chilecito (La Rioja), La Banda (Santiago del Estero), Roque Sáenz
Peña (Chaco).  Integré varias Antologías.  Libro publicado «Las Huellas del Silencio»
en 1976.
Nº 17 SEPTIEMBRE 2013

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