viernes, 2 de enero de 2015

TODOS SUEÑAN-REPORTAJE A Eugenio Mandrini



Por Carlos Norberto Carbone
TODOS SUEÑAN


Las niñas de cera del convento sueñan con un sátiro, saber del ojo ido,la sonrisa exhausta
Un ciego sueña que las sombras se derrumban; un mudo que arenga en
las barricadas: un sordo que oye los latidos de una bella
Un pájaro enjaulado sueña que ladra para espantar al gato que le hiela las alas
El pan sueña que entra en la boca de todos; la mentira también. En la puja el pan entra en menos bocas
El mar sueña que retrocede cuando llega, con pasos de viaje, Alfonsina
Cristo continúa soñando con una tenaza
Los locos sueñan que tienen razón, aún entre las humaredas del desastre
El fuego sueña que el mar es una llama mojada
El silencio sueña que su latir amordazado emergerá un día para estallido de los tímpanos
Un ataúd sueña darle descanso a un insomniado
La mujer más oscura de la tierra, la no alcanzada ni de un reflejo de
luciérnaga, sueña con una cama inmensa como el cosmos donde la
aguarda Dios: él, untado de luz, ella, desnuda como la dicha, y ya no despierta
El sueño, a su vez, sueña que todo es sueño, aún el sueño, y que el
despertar también es sueño, y que todo sueño aún puede suceder, y
quizás ahora mismo esté sucediendo
La libertad, esa ilusa, sueña que aún no ha sido violada
La imaginación sueña que después de cada viaje regresa a la cabeza de los locos: su casa
Ella, la que persigo, no me ama: sueña con una ardiente luz y yo apenas soy ardiente en la penumbra

La canción, esa otra ilusa, sueña que apagará el estruendo de la bomba
La muerte sueña con la muerte del sueño, porque todo sueño engaña al invierno, al olvido y a la herrumbre, hijos dilectos de la muerte
El ojo sueña que cesa de llorar; la herida que cesa de sangrar; el corazón que cesa de ser engañado
La ilusión sueña que si desapareciera de la tierra, llegaría la noche, como carbón derramado, a cualquier hora del día
El arte sueña que va a salvarnos de las pesadillas de la realidad. ¿Pero quién nos salvará de las pesadillas del arte?
El infierno sueña que alimenta a sus perros con carne de bombero apasionado
La rosa sueña con la belleza imposible, es decir, sueña con ella misma
El dolor entrecierra los ojos e intenta soñar, pero no puede engañarse: el dolor, en su diaria tarea, no se da tregua; el dolor no sabe ni nunca sabrá soñar.
El dolor es así, piedra en la carne
El goce, a su vez, también quiere soñar, pero tampoco puede, porque el goce, en sí mismo, se parece demasiado al dolor: ambos gritan, ambos se retuercen, ambos son piedra en la carne
El amor sueña que no es sólo latido ciego y gemido tambaleante
Un perro sueña un sueño más espléndido que desenterrar un fémur de elefante; sueña que pronuncia la palabra Madre y desciende en la luna
Que la poesía no sea una fugaz salvación, un desolado consuelo, es mi sueño, que no deja de volver.


Algunas preguntas


CNC
Ser el ganador por unanimidad con el poemario «Conejos en la nieve» del premio de Poesía Olga Orozco, organizado por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) a través de su revista Nómada y la Cátedra Abierta de Poesía Latinoamericana, que contó con un jurado de lujo: el poeta español Francisco Gamoneda, el argentino Juan Gelman,el chileno Gonzalo Rojas –los tres premio Cervantes– y Jorge Boccanera. ¿Qué repercusiones produjo en vos y en tu poesía?

EM
Haber alcanzado dicho premio fue como entrar en un estado levitante, que me produjo asombro y bienestar. Mientras flotaba en el aire, me sentí más cerca de los pájaros y los fantasmas. En cuanto a mi poesía, me hizo saber lo que ya sabía: que el poema es una palpación en la oscuridad. Algo así como encontrar lo que no se buscaba. Las peras del olmo, en fin.

CNC
Vos hablás que la poesía tiene que tener una estructura visual, ¿podés ampliar un poco este concepto?

EM
Para mí la página en blanco (digo página y no pantalla porque nunca traicionaré a mi Remington) tiene especialidad. En tal sentido el poema debería navegar en ese cosmos hasta perderse en algún agujero negro o estrella muerta. Me disgusta ver al poema sentado en una silla mirando pasar al tiempo. Me inmoviliza la recta, me mueve la curva. Además de belleza, emoción, sobresalto o estupor, creo que el poema pide también voluntad de forma.

CNC
Shakespeare, Dylan Thomas, Tuñón, Enrique Molina, ¿qué otros nombres pondrías en esta lista?

EM
Entre nosotros: Giannuzzi, Castilla, Aulicino, Boccanera, Madariaga, Gelman. Algo más allá: Neruda, Vallejo, Huidobro. Más lejos: Stevens, Auden, Milosz, Claudel, Brodsky, Heaney. Y no me olvido de ellas: Orozco, Gruss, Dickinson, Plath, Bishop, Moore. Como se ve, amo el eclecticismo: tiene todos los ojos.

CNC
¿La poesía es un intenso ejercicio de preguntas?

EM
No, no es tan así. Las preguntas integran uno de los componentes de los que se vale el poeta. Si ellas se transforman en un recurso obsesivo, se diluyen y mueren. Sólo se trata de encontrarles el espíritu, la fuente de significaciones, no su sistematización.

CNC
Hiciste periodismo, historieta, canciones, poesía, cuentos, microrelatos, ¿con  cuál expresión te sentís más identificado?

EM
Allá lejos intuí que no basta caminar por una sola calle; están también los callejones, las avenidas y, en especial, las cornisas, patrimonio de los gatos. Desde allí las palabras parecieran emerger más enigmáticas, más sinuosas, más felinas.

CNC
¿Cómo es esto que tenés 140 años?

EM
En realidad son 135. Los cumplí en diciembre, es decir, que soy de sagitario, aunque nosotros, los sagitarianos, no creemos en los horóscopos. Sucede que yo soy mi padre. La suma de sus años y los
míos, forman esa cifra cuantiosa. El dejó huellas de gliptodonte por donde laboriosamente camino.

CNC
Sos Académico titular de la Academia Nacional del Tango, contanos un poco del tango y qué poetas te entusiasman

EM
El tango, esa diablura de Dios, es un fenómeno muy singular compuestode cuatro artes: la música, la poesía, la interpretación y el baile. Y en el caso de la poesía encontramos allí a creadores que supieron ascender a la fase superior de la letrística, que es la de ser poetas de la canción, algunos de cuyos textos, además de ser cantables, resisten la lectura solitaria del poema. Van un par de pasajes como ejemplo: «¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste? / ¿Dónde estaba el sol que note vio?» (Canción desesperada, Discépolo); «Tus tangos son criaturas abandonadas / que cruzan sobre el barro del callejón / cuando todas las puertas están cerradas / y ladran los fantasmas de la canción»
(Malena, Manzi). No es poco.

CNC
También tenes un gran amor por el ballet y la ópera, ¿son fuentes de inspiración?

EM.
Ya de niño, a los 5 años, los domingos, mi padre encendía el Winco en el patio del inquilinato donde vivíamos, atronando con ópera a todo el barrio. De ahí me viene la pasión por esa música y esos cantantes cuyas voces fueron mis primeros héroes, mucho antes que Salgari, que Verne, que Poe.

CNC
También sé de tu pasión por el fútbol, ¿tenés algún recuerdo de esos jugadores que hayas visto y te hayan deleitado?

EM.
En realidad todavía hoy, al pasar por la Av. La Plata, latitud del Gasómetro, los veo, haciendo jueguitos, a los Farro, Pontoni y Martino del ’46. Es que para mí San Lorenzo (haciendo abstracción del presente) es un cuadro grande como los cuadros de Van Gogh.

CNC
¿Sigue habiendo un tigre en tu almohada?

EM
El tigre, ese perro de fuego, seguirá en mi almohada hasta que aprenda a aullar conmigo cada vez que el mundo esté por estallar.

RAÍCES
Con el último golpe del hacha, el árbol cae pesadamente al suelo. Sin embargo, los pájaros permanecen inmóviles donde antes estuvieron las ramas. Acaso porque sólo son la sombra de esos pájaros. Acaso porque esos pájaros miraban demasiado la distancia y la distancia los hipnotizó. O acaso porque la memoria del árbol muere después.


SIN NOVEDAD EN EL CIELO
Al principio desconfiamos –pensaba el león que había sido el rey de la selva y ahora, por extensión, lo era del arca-. Creíamos que nos habían apretujado a todos aquí adentro, entre hedores y sofocación, para llevarnos al matadero y hacernos desaparecer. Después, cuando nos dijo que el sentido era
salvarnos del inminente diluvio universal, eso nos consoló y le creímos. Pero desde entonces sólo cayeron tres gotas desabridas, y ya hace largo tiempo en que todo es rugiente sol de día y límpida luna y estrellas de noche. Ni una nube siquiera en el ojo de alguno de nosotros. Da miedo todo esto. ¿Adóndenos lleva este hombre?

Nº 17 SEPTIEMBRE 2013

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