Las rosas se asoman insistentes en el aire azul.
¿Nos están permitidas sin traicionar la memoria?
El recuerdo es poca cosa para tanto pasado,
para tanta vida sobre el abismo.
¿Es este otro vino, otro el amor?
¿O todo es un río solitario que deja a algunos en la orilla
crucificados en la injusticia de la muerte temprana?
Sobre las rosas los soldados de hielo desaparecen
llevados por el río
y nosotros olfateamos la vida
como animales desbarrancados pero vivos.
Auulamos los viejos nombres de la batalla
pero la guerra ha terminado.
Las antiguas banderas solo flamean
en la tormenta de nuestro corazón.
Descansen en paz los compañeros
bajo una tierra sembrada de sal,
sobre la cual comenzamos a pelear contra el olvido
HOMENAJE DE APOA A SU SOCIO HONORARIO FALLECIDO EN EL 2008
PUBLICADO EN EL Nº 15 VERANO 2008
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