María de Todos los Santos Sánchez de Thomp-son de Mendeville, nació en Buenos Aires el 1º de noviembre de 1786. Fue esposa de uno de los primeros patriotas de la Revolución de Mayo don Martín Thompson quien falleció a consecuencia de una enfermedad mental. Más tarde, se casó con el cónsul de Francia en la Argentina, Washington de Mendeville.
«Mariquita», sobrenombre con el que trascendió en nuestra historia, promovió la intelectualidad en la sociedad porteña. Fundó el primer salón cultural donde se desarrollaron las tertulias literarias. Exiliada en Uruguay, hacia 1839, abrió el segundo salón en la ciudad de Montevido y, a su regreso, el tercer salón literario. Mantuvo correspondencia con Juan María Gutiérrez, Esteban Echeverría, Florencio Varela entre otros. Su obra aparece en manuales, diarios, cartas y otras anotaciones que le enviara a su nieta Luisita y su amiga Pepita Cabaillon. Murió en Buenos Aires el 23 de octubre de 1968.
Transcribimos, de la correspondencia mantenida con Esteban Echeverría, los siguientes párrafos:
De Mariquita a E.E. 17/4/1945 «¡Qué bien hizo Usted en ponerle María a la gaucha de su romance! Este nombre perseguido por la desgracia, nombre fatal. En fin, la desgracia está de moda[…] Hay para un poeta, asunto. ¡Qué destino perverso! ¡No hay que aspirar a la felicidad en esta vida indigna».
De E.E. a Mariquita 21/9/1838: «Señora: Abriga Usted un corazón de aquéllos que nunca envejecen y tiene una memoria viva como es inagotable su sensibilidad»
Carta a Pepa
¿Qué me dices, amiga mía,
Del triste acontecimiento
De matar a Rivadavia
Los muchachos de Sarmiento?
¿Te figuras, Pepa mía,
A nuestro gran fundador
En pedazos por el suelo
Entre esa turba feroz?
¡Y con la Escuela Modelo
Y con la gran procesión
Y acabar por enterarnos
A nuestro pobre Panzón!
Entre muchachos te veas
Es refrán o maldición
Y lo vemos realizado
En esta triste ocasión
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