martes, 29 de septiembre de 2009

Alexander Nikolaievich SCRIABIN :Acordes místicos


POR SUSANA FERNÁNDEZ SACHAOS

Este músico notable, pianista, compositor y poeta, nació en Moscú en 1872 y murió en la misma ciudad en 1915. Comenzó a estudiar piano a los once años con Georgy Konyus. En teoría musical fue discípulo de Sergei Taneiev (discípulo a su vez de P. Tchaikovski) y de Antón Arensky (discípulo de Nikolai Rimsky Korsakov). A partir de 1885 empezó a componer música y a escribir poesía y en 1892 finalizó los estudios en el conservatorio. A partir de la década de 1890 publicó en Moscú sus primeras obras, hasta que en 1894 conoció al editor Mitrofan Belyayev que se convirtió en mecenas de Scriabin y le organizó varias giras como pianista por Alemania, Suiza, Bélgica en 1895 y en 1896 por París, Bruselas, Ámsterdam y Roma. Durante su estancia en Lausana compuso su Poema del Éxtasis, para orquesta, que logró estrenar en 1908 en Nueva York. Scriabin fue maestro en el Conservatorio moscovita de 1898 a 1903.
Desde muy joven se interesó en la «Teoría del Superhombre» de F. Nietzsche y en los movimientos teosofistas, que influyeron profundamente en su obra musical y afianzaron su búsqueda de una expresión musical estática y contemplativa a favor de la idea mesiánica de la función redentora de la música. Fue lector y seguidor de la obra de Helena Petrovna Blavatsky, cofundadora con Henry Steel Olcott, de la Sociedad Teosófica, con sede en Adyar, en el estado hindú de Madras. La obra de Madame Blavatsky permitió la introducción en occidente de los conceptos de la sabiduría intuitiva de la India. Algunos críticos musicales consideran a Scriabin como el padre de la música del futuro. Sin embargo su característica más singular es sin lugar a duda su cualidad sinestésica.
Sus obras son complejas sobre todo por la variedad de estilos y técnicas. Algunos de los pianistas que más éxito han alcanzado con la interpretación de sus obras son Vladimir Horowitz, Vladimir Sofronitzky, RobertTaub y Svia-toslav Richter.
POESÍA, COLOR Y MÚSICA

Sinestesia (de etimología griega, se traduce como “sentir con”).En retórica, como elemento estilístico metafórico, se lo vincula además con la enálage (figura gramatical consistente en mudar las partes de la oración, por ej. darle al adjetivo valor de adverbio). Este tropo fue muy utilizado por los poetas barrocos españoles, por los poetas simbolistas franceses, un ejemplo de estos últimos el soneto de Arthur Rimbaud dedicado a las vocales, a las que adjudicaba un color distintivo a cada una de ellas.
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Sinestesia también es un término incluido en neurología que corresponde a un fenómeno por el cual algunas personas ven colores cuando oyen o leen música, letras y/o números. Es una percepción de estímulos sensoriales por otro órgano además del órgano afectado, por Ej.: la audición coloreada. Es justamente esta facultad de asociación sinestésica la que poseía tanto Scriabin, como Charles Baudelaire, Vladimir Nabokov, Nikolai Rimsky Korsakov entre otros. Es desde su condición de sinestésico que Scriabin crea su original teclado de colores, a pesar que existen comentarios que pudo estar influido además por las teorías ópticas de Sir Isaac Newton. La aplicación de su sistema de sinestesia de color en su obra Mysterium, puede considerarse pionera de las performances multimedia actuales. En ella pretendía unir la danza, coros, los juegos de luces, perfumes, poesía y música. Había elegido un templo hindú, cerca de Dajeerling para su interpretación que nunca tuvo lugar. Compuso en esa misma línea, su Poema Sinfónico «Prometeo»: el poema del fuego, Opus 60 (1910), para gran orquesta, piano, órgano, coros y órgano de color (que señala el teclado de colores diseñado para que produjera un juego de luces y colores, mientras se accionaba). Se tocó en Nueva York en 1915. La música tiene por base el llamado acorde místico, inventado por Scriabin, consistente en una serie de cinco cuartas, base armónica de este poema y de su Sonata para Piano Opus 64. Este acorde sustituye armonías tradicionales. Además de estas novedosas sonoridades usó en las últimas obras la escala de tonos enteros, un verdadero ejercicio matemático. Scriabin compuso cinco sinfonías, un concierto para piano; piezas de piano (incluye mazurcas, varios grupos de preludios, estudios, impromptus y diez sonatas). En Moscú su casa se transformó en el museo que lleva su nombre donde se preservan su teclado de colores además de sus pertenencias. Está dedicado a su vida y a su obra.
PUBLICADO EN EL N º 15 VERANO 2008

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